martes, 18 de junio de 2013

Sanidad limita el uso de codeína entre los 12 y 18 años [

Sanidad limita el uso de codeína entre los 12 y 18 años

La codeína es un analgésico de segunda línea. Y el Ministerio de Sanidad acaba de restringir su uso en los menores de edad. En concreto, los menores de 12 años no deben tomarla, y entre 12 y 18 años hay que restringir su uso.

La advertencia que ha hecho pública la Agencia Española del Medicamento indica que, tras revisar los estudios realizados sobre efectos adversos, "algunos mortales", hasta la fecha, se "ha concluido que los niños menores de 12 años de edad presentan un mayor riesgo de sufrir reacciones adversas tras la administración de codeína, y que estas reacciones pueden resultar muy graves en aquellos que son metabolizadores extensos o ultrarrápidos". El problema es que "el porcentaje de niños metabolizadores extensos o ultrarrápidos es variable dependiendo de su origen étnico y no existe ninguna prueba disponible en la práctica clínica que permita conocer el grado de actividad enzimática. Asimismo, el análisis de los datos puso de manifiesto que la eficacia de este medicamento para el tratamiento del dolor en población pediátrica es limitada y no es significativamente superior a la de otros analgésicos no opioides", añade Sanidad.

Para los mayores de 12 años, solo se considera su uso cuando han fracasado otras opciones, como el ibuprofeno o el paracetamol. Y eso, con excepciones: por ejemplo, se contraindica cuando "vayan a ser intervenidos de amigdalectomía o adenoidectomía por síndrome de apnea obstructiva del sueño, debido al incremento de riesgo de presentar reacciones adversas graves".

También, obviamente, en "aquellos pacientes que se sabe son metabolizadores ultrarrápidos, debido a que presentan un riesgo extremadamente alto de sufrir una intoxicación por morfina".

Tampoco "se recomienda el uso de codeína en niños en los que pueda existir un compromiso de la respiración como es el caso de trastornos neuromusculares, patología respiratoria o cardiaca grave, infecciones pulmonares o de vías aéreas superiores, trauma múltiple o aquellos niños que hayan sido sometidos a procedimientos quirúrgicos extensos".

De manera general, se aconseja restringir al mínimo el uso de codeína en los mayores de edad, con un máximo de tres días y no más de cuatro tomas diarias (una cada seis horas).

domingo, 9 de junio de 2013

AINE a dosis altas y riesgo cardiovascular

El tratamiento con dosis altas de diclofenac o de AINE inhibidores selectivos de la COX-2 (coxibs) se asocia a un aumento del riesgo cardiovascular de magnitud similar, según un metanálisis (Lancet 2013;30 mayo).Se evaluaron más de 600 ensayos clínicos, que incluyeron más de 300.000 pacientes, comparativos entre AINE y placebo u otro AINE. Los resultados indican que dosis altas de todos los coxibs, diclofenac e ibuprofeno aumentan el riesgo de acontecimientos cardiovasculares graves (infarto de miocardio no mortal, ictus no mortal o muerte vascular), y que el naproxeno a dosis altas no se asocia ni a un aumento del riesgo ni a una protección como el AAS. Sin embargo, todos los AINE (tanto coxibs como AINE tradicionales, incluido el naproxeno) duplican el riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva y aumentan el riesgo de complicaciones de la úlcera péptica y otras hemorragias gastrointestinales. Aunque hay menos información sobre otros AINE, no hay datos que indiquen que tengan un perfil de toxicidad más favorable que los fármacos más estudiados. Los autores calculan que los coxibs o el diclofenac causarían aproximadamente tres acontecimientos cardiovasculares graves adicionales por cada 1.000 pacientes al año.Según el editorial acompañante, para las personas con alto riesgo de insuficiencia cardíaca o con enfermedad renal crónica, es preferible evitar los AINE. Para el tratamiento del dolor crónico, son recomendables las medidas no farmacológicas, tratamento tópico o AINE de menor riesgo a dosis bajas y de corta duración. El uso prolongado de AINE a dosis altas se debería reservar para los pacientes en los que los efectos beneficiosos sintomáticos superan los posibles riesgos (Lancet 2013;30 mayo)